En las semanas antes del 1 de noviembre, las vitrinas de las pastelerías de Cataluña se empiezan a llenar de panellets de todos los colores, sabores y formas. Se calcula que se venden unos 250.000 kg de panellets cada año para Todos los Santos. Pero, ¿acaso te has llegado a preguntar de dónde viene esta tradición?
¿Qué son los panellets?
Los panellets son unos dulces que se comen tradicionalmente en Cataluña para la fiesta de Todos los Santos.
La receta típica se hace a base de mazapán con harina de almendra, azúcar y huevo. Esta masa se puede combinar con piñones para hacer los panellets redondos más típicos, o con otros ingredientes como almendras, castañas, café o coco.
¿Qué se celebra en Todos los Santos?
La fiesta de Todos los Santos honra a los antepasados difuntos. Si bien se considera una tradición cristiana, Todos los Santos tiene sus origenes en una fiesta celta llamada Samhain.
Para los celtas, el día 1 de noviembre representaba el principio de la época en la cual los días se hacen más cortos, el frío empieza a apretar y las plantas y los animales mueren o entran en estado hivernal. Se consideraba la ocasión perfecta para recordar a la gente que ya ha pasado a otra vida.
Hoy en día, para el 1 de noviembre se celebra una castañada, donde las familias se reúnen para comer castañas, boniatos y panellets, beber moscatel y recibir visitas de parte de las almas de los muertos. Al día siguiente, se rinden al cementerio para hacer ofrendas de flores y honrar a los antepasados.
¿De dónde surgió la tradición de comer panellets durante la castañada?
Aunque los orígenes de los panellets no quedan del todo claros, se considera que se originaron como ofrenda para los muertos, que se traían a las tumbas de los familiares difuntos. Comparado a la demás pastelería los panellets son un alimento de relativamente larga duración, lo cual alude al concepto de la eternidad. Por esta misma razón también se comen castañas y boniatos, que además de ser de larga vida útil también son productos de temporada.
En Barcelona algunos archivos sugieren que los panellets ya se comían en la ciudad condal tan pronto como el siglo XIII. Desde el siglo XVIII se vendían en cafés de Ciutat Vella y en ferias. Se rifaban junto con las castañas y el vino, y no fue hasta después que se empezaron a vender en pastelerías.
¿Cómo saber si estás comprando panellets artesanos de calidad?
Para considerarse un auténtico panellet tradicional, un panellet tiene que seguir unas normas que están marcadas por la Federació Catalana de Pastissería. La base de un panellet consiste de mazapán, hecho con almendra y azúcar y ligado con huevo o almíbar. En los panellets con la denominación de especialidad tradicional garantizada, queda prohibido añadir conservantes, colorantes, manzana, patatas o boniatos a esta masa.
Para darles sabores diferentes a los panellets, se añaden ingredientes como piñones, almendras troceadas, membrillo, castaña, chocolate, café o coco. Al tratarse de pocos ingredientes, la calidad de estos es de suma importancia.
De lejos, los panellets más populares son los panellets tradicionales de piñones. Los mejores panellets de piñones están hechos con almendras marcona y piñones del país. Si bien los piñones chinos son mucho más económicos, los piñones del país tienen un sabor más intenso y están más cotizados. Es fácil reconocer los piñones del país porque suelen ser más largos, mientras que la variedad china es más corta y redondeada.
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